Mallorca es uno de los destinos de boda más deseados del Mediterráneo. Su clima suave, sus paisajes que combinan mar y montaña y su riqueza cultural convierten a la isla en un lugar mágico para celebrar un “sí, quiero” inolvidable. Entre las múltiples opciones que ofrece, las fincas destacan como escenarios privilegiados: espacios privados, llenos de historia, rodeados de naturaleza y con la posibilidad de adaptarse a todo tipo de celebraciones, desde bodas íntimas hasta grandes banquetes.
Elegir una finca en Mallorca no es simplemente escoger un lugar donde reunir a los invitados, es decidir el marco que quedará grabado para siempre en vuestra memoria y en las fotografías de ese día irrepetible.
Finca Biniagual
En el corazón de la isla, rodeada de viñedos, olivares y almendros, se encuentra la Finca Biniagual. Este lugar combina el encanto de un pueblo mallorquín tradicional con el confort y la versatilidad que requieren las bodas modernas. Sus casas de piedra restauradas, sus patios empedrados y sus jardines ofrecen un entorno rústico y elegante a la vez. Una de sus grandes ventajas es la amplitud de espacios: permite celebrar ceremonias al aire libre, banquetes bajo carpas y fiestas que se prolongan hasta altas horas de la madrugada.
Son Marroig
Si hay un lugar que simboliza la majestuosidad de Mallorca, ese es Son Marroig. Situado en un acantilado de la sierra de Tramuntana y con vistas infinitas al mar Mediterráneo, este espacio es simplemente espectacular. Su icónica cúpula de mármol blanco se ha convertido en una de las imágenes más reconocibles de la isla, y ofrece un marco incomparable para ceremonias románticas al atardecer.
La finca cuenta con terrazas y salones que permiten organizar banquetes con un aire sofisticado, rodeados por la historia y el arte que impregnan la propiedad. Son Marroig es ideal para quienes sueñan con una boda de cuento, donde la belleza natural y la elegancia arquitectónica se fusionan.
Son Sampol
Para las parejas que buscan un entorno con alma mallorquina y raíces históricas, Son Sampol es la elección perfecta. Esta finca del siglo XIV conserva su estructura original, lo que le otorga un aire auténtico y especial. Sus amplios jardines, prados y pinares ofrecen diferentes escenarios para organizar tanto la ceremonia como el banquete.
También cuenta con espacios interiores que pueden adaptarse en caso de que el clima no acompañe. Son Sampol tiene la ventaja añadida de ofrecer alojamiento exclusivo, lo que permite a novios e invitados disfrutar de la finca en total intimidad. Es una opción que combina historia y calidez.
Es Mitja Fondo
Ubicada en plena naturaleza, cerca de Inca, Es Mitja Fondo es una finca versátil que se adapta tanto a bodas íntimas como a grandes celebraciones. Sus amplios jardines y zonas al aire libre están perfectamente preparados para acoger ceremonias y banquetes, mientras que sus construcciones tradicionales ofrecen un marco acogedor para completar la experiencia.
Lo que distingue a Es Mitja Fondo es su equilibrio entre amplitud y cuidado por los detalles. Cada rincón parece diseñado para que los novios puedan personalizarlo según su estilo, ya sea bohemio, elegante o campestre.
Son Mir
A solo unos minutos de Palma, Son Mir combina historia, comodidad y exclusividad. Esta finca del siglo XVI ha sido cuidadosamente restaurada para mantener su esencia rústica al tiempo que se adapta a las necesidades de los eventos actuales. Sus jardines, patios interiores y salones ofrecen un abanico de posibilidades, y su proximidad a la ciudad la hace especialmente práctica para los invitados que viajan desde fuera de la isla.
Son Mir es una finca que respira autenticidad y encanto mallorquín, ideal para quienes buscan la atmósfera de una posesión histórica sin renunciar a la comodidad de una ubicación accesible.
Ses Cases de Sa Font Seca
Enclavada en un entorno natural y con siglos de historia, Ses Cases de Sa Font Seca es una finca del siglo XVII situada a escasos veinte minutos de Palma. Su arquitectura de piedra, sus patios empedrados y sus amplios jardines crean un ambiente acogedor y distinguido.
Esta finca destaca por su carácter mallorquín puro, lo que la convierte en una elección magnífica para parejas que desean celebrar una boda íntima, rodeados de tradición y belleza. La privacidad que ofrece es otro de sus grandes atractivos, ya que permite disfrutar del día con total tranquilidad.
Mireia Baro: tu aliada en la búsqueda de la finca perfecta
Las fincas de Mallorca son mucho más que lugares de celebración: son auténticos escenarios que reflejan la esencia de la isla. Cada una de las opciones mencionadas ofrece una personalidad única. Elegir una finca significa decidir el marco en el que se desarrollará una de las historias más importantes de vuestra vida. La clave está en encontrar aquella que se adecúe a vuestra visión de la boda perfecta y con la experiencia que queréis regalar a vuestros invitados.
En Mireia Baro hacemos de vuestro sueño una realidad, con profesionalidad, creatividad y una dedicación absoluta.
